Lourdes Bermejo – “¡No podemos seguir siendo una sociedad en la que la edad te obligue a dejar de ser tú mismo!
En mi experiencia durante muchos años con grupos con personas mayores, hemos tratado este tema y creo que las tertulias y los grupos socioeducativos son un magnífico escenario para tratar estos temas a fondo y ayudarnos mutuamente para desarrollar estrategias y poder conocer, comprender y relacionarnos mejor. Tratar este tema es de gran utilidad para las personas. Personalmente he visto avances en relaciones de los abuelos con sus hijos y nietos y también con los jóvenes de su pueblo o su comunidad. Hay que generar una cultura de la discrepancia, de la diversidad, pero también del respeto y eso hay que construirlo por medio del diálogo, dedicándole tiempo y siendo capaz de focalizar en lo positivo. De esta forma se puede aprender a respetar mejor la visión de otras personas y generacionalmente más jóvenes.
Pero es verdad que los casos en los que no hay muchas diferencias en la forma de vida y se trata tan sólo de diferencia en los años, desde mi punto de vista, en estas circunstancias, a veces pocas cosas pueden hacer los mayores para disminuir esa brecha generacional porque a veces ésta es más el resultado de una necesidad que tienen los nietos, por ejemplo de distanciarse de sus padres y más aún de sus abuelos. Yo lo percibo por ejemplo en mi familia donde mis hijos reconocen en su abuela (de 85 años) actuaciones y decisiones basadas en la libertad, el deseo de mantener su forma de vida y por tanto su autonomía moral, de disfrutar la vida, el respeto a otras personas con las que no comparte forma de vida o valores, pero les parecen bien esa pluralidad. En este caso por ejemplo: ellos mismos reconocen que los valores o el estilo de vida no son realmente tan diferentes, pero a pesar de ello, mis hijos adolescentes necesitan sentirse diferentes. Creo que es parte de su propio desarrollo evolutivo y desde ese punto de vista, siempre existirá cierta brecha intergeneracional. Sin embargo creo que también les va a quedar la idea de que ser mayor no significa no tener capacidad y derecho para seguir tomando decisiones y hacer lo que realmente cada uno puede y debe hacer.
Esta brecha generacional también se nota mucho en los profesionales más jóvenes pues muchos tienen dificultades importantes para valorar y respetar cómo son las personas mayores con las que trabajan. Creo que este es un tema que hay que abordar en las formaciones y en las cualificaciones, pues se trata de una competencia básica de los profesionales si queremos ofrecer una atención de calidad que respete la dignidad y los derechos de las personas.
Personalmente y como profesional de la gerontología, me siento ahora mucho más competente y más a gusto aún si cabe con los mayores porque me voy acercando más a su edad y los comprendo mucho mejor.
Como educadora social, rodeada de personas mayores y con mucha experiencia, ¿qué consejos nos darías para un buen envejecimiento? - Creo que lo más importante es que cada persona decidamos qué es lo que nos merece la pena en la vida y saber colocar nuestros esfuerzos y nuestras decisiones orientados a esas metas. Metas afectivas, relacionales, profesionales, de desarrollo personal, económicas. Ir ajustando los esfuerzos a lo que realmente queremos y necesitamos en cada momento de nuestra vida. Envejecer es seguir haciendo ésto todos los días, todos los meses, todos los años. (De repente ya eres un viejo más) Dosificando estas energías nuestro tiempo en lo que en cada momento nos valga la pena. De esta forma uno lo consigue y envejece felizmente. Cada uno como quiera ,pero felizmente.
Lo que sí creo que hace falta es que las personas que estamos cerca de quien están experimentando la vejez, es que cambiemos un poco la mirada. Te contaría que hay una pregunta que muchas veces me han hecho de qué consejo darías para trabajar con personas mayores. Y yo desde hace un tiempo siempre respondo lo mismo: “olvidarte los años que tiene. Tratarle simplemente como una persona. Con unas características y necesidades determinadas pero no te dejes influir por las arrugas que tiene. Es un adulto, un adulto mayor, pero un adulto”.
¿Dónde te ves con treinta años más? - Pues la verdad, me veo con el pelo más blanco que ahora e imagino con las enfermedades más crónicas de las que ya tengo. Probablemente y como me gusta mucho estar con gente que quiero, en una alojamiento compartido con mi grupo de amigos y amigas de toda la vida. Ya estamos hablando aunque por supuesto no hemos empezado. Y si no, pues me veo organizándome mi vida y con los apoyos que precise en mi casa. Eso sí intentaré estar lo mejor comunicada posible con los seres que quiero, familiares y amigos. Implicada en mi comunidad haciendo cosas útiles para mi misma y para los demás.
Creo, y esto es algo que antes no creía… que voy a tener una gran capacidad de adaptación, y de disfrutar y aprovechar cada cosa positiva que me suceda. Tratando de minimizar el impacto negativo de las cosas que tristemente no me gustará que aparezcan. Pero me veo como una viejecilla con ganas y fuerzas de disfrutar la vida hasta el final.
¿Qué te parece QMAYOR? ¿Cómo podríamos mejorar? - Me parece una revista magnífica. Totalmente diferente a lo que hemos estado acostumbrado los últimos 30 años en España. Subversiva, innovadora, provocadora. Estética y gráficamente atractiva y conceptualmente innovadora y rompedora.
Creo que aporta un elemento imprescindible. Con vosotros, lo viejo y lo añoso no tiene que ser oscuro, ni cutre, ni triste, ni aburrido, ni políticamente correcto.
Tener más años no implica nada diferente lo que has sido. Así que, si las personas han sido alegres y divertidas, si han sido hippies y se han vestido de colores, si han dicho tacos, si han tomado decisiones arriesgadas en su vida, han estado políticamente comprometidas o han sido revolucionarias, tendrán que poder serlo también cuando sean muy mayores. Es más, lo serán.
¿Qué has aprendido cumpliendo años? - Que la vida es algo maravilloso, que pasa super rápido, y que uno puede elegir día a día como emplearlo. Que cada uno tenemos un capital de salud, un montón de oportunidades para disfrutar la vida y que en realidad somos unos afortunados por el tiempo y el lugar donde nos ha tocado vivir y que en cierto modo es nuestra responsabilidad disfrutarla, ayudando a los demás a que también lo hagan.
Sabemos que la esperanza de vida es uno de los grandes logros de la sociedad, pero tú ¿qué esperas de la vida? - Pues disfrutarla hasta el final cumpliendo con mi obligación, ser feliz e intentar hacer la vida agradable a quienes me rodean. Construir una sociedad mejor para todos y todas. Desde mi familia más cercana hasta personas que están en otra parte del mundo y que nunca conoceré. Espero no sufrir al final y tener la suerte de tener un final de vida bueno, pero eso, aunque intente tenerlo armado y dejar mis decisiones hechas a depender de muchos factores que escapan a mi control así que, lo que no puedo controlar y no depende de mí prefiero no preocuparme ahora demasiado por ello. Ya llegará el momento que tenga que preocuparme y ocuparme.
Fonte para o Blog: http://www.redadultomayor.org em 15 de fevereriro de 2017
Muito obrigado por compartilhar esta entrevista. Penso que é importante que aqueles de nós que trabalhamos com adultos também estejam cientes de nossa própria velhice e tentamos ser empáticos e respeitosos com sua maneira de viver e envelhecer. Com mais respeito e carinho, faria isso infinitamente melhor ... ¡¡¡OBRIGADO MUITO !!! Lourdes Bermejo
ResponderExcluirwww.LourdesBermejo.es
Muito obrigado por compartilhar esta entrevista. Penso que é importante que aqueles de nós que trabalhamos com adultos também estejam cientes de nossa própria velhice e tentamos ser empáticos e respeitosos com sua maneira de viver e envelhecer. Com mais respeito e carinho, faria isso infinitamente melhor ... ¡¡¡OBRIGADO MUITO !!! Lourdes Bermejo
ResponderExcluirLourdes, estou muito feliz com tua visita ao Viva a Velhice. Concordo que devemos ser empáticos e respeitosos. Além de cientes da nossa própria velhice é importante que reconheçamos que envelhecer é um contínuo aprendizado. Penso, também, que o "aprender a envelhecer" deve estar presente na família/educação dos filhos, nas escolas e nas Universidades. Ousaria dizer que a sociedade necessita de um novo paradigma orientador do envelhecer.
ResponderExcluirParabéns pela escrita em Português. Um grande abraço.
Lourdes, tua presença aqui fortalece o meu ativismo do "aprender a envelhecer" Agradecida pela visita. Volte sempre ao Viva a Velhice.
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